Marcos Montiel, el chaqueño nacido en El Impenetrable que llegó a Harvard
Con un mensaje claro de perseverancia y convencimiento de que con esfuerzo todo se puede, el especialista en economía de 37 años continúa sumando títulos y especializaciones, ya que desea mostrarles a los más jóvenes que siempre hay oportunidades y que solo hay que saberlas aprovechar.
Marcos Isaías Montiel (37) nació en Juan José Castelli, localidad ubicada a 263 kms aproximadamente de Resistencia, y llamada “El portal de entrada al Impenetrable”. En realidad su padre era Jefe del Destacamento de Fortín Lavalle, ubicada a 54 kms de Castelli, donde residían, pero la falta de una clínica en dicho lugar hizo que Marcos naciera allí.
Justamente por esta profesión de su padre, Marcos vivió en diferentes lugares de Chaco, junto a su familia, compuesta por 3 hermanos más y su mamá. De hecho, terminó la secundaria en General San Martín, para luego meterse a la Escuela de Policía de donde se recibió y ejerció.
Allí justamente comienza un poco esta búsqueda de formarse incansablemente, ya que por un accidente, Marcos tuvo que dejar su puesto en la Policía, donde había estado cuatro años aproximadamente. Esta situación le ocasionó que se quedara sin trabajo, teniendo que afrontar necesidades por un tiempo.
Fue así que comenzó a trabajar como remisero con el auto de su abuela. Esta decisión además le permitió retomar los estudios a distancia en Administración de Empresas que había dejado a
medias en la Universidad Tecnológica Nacional de Córdoba. “Siempre quise ir de lo micro a lo macro, abarcar todas las áreas. Siempre me gustó el tema de las finanzas, de la economía, aunque
en la primaria me llevaba matemáticas”, reconoce.
Luego de recibirse y conseguir trabajo en una empresa local, Marcos decidió especializarse, por lo que consiguió una beca para realizar una Maestría en Negocios y en simultáneo comenzó una en Gerencia Pública, también becado por la UNESCO.
“Me gustó el gustito del estudio. Durante casi 10 años dormí 3 horas por día, porque estudiaba a la noche. Me volví obsesivo, porque no quería volver a ser pobre, porque sufrí mucho cuando me
quedé sin nada”, confiesa.
“La mayoría de la gente ve mi currículum y desconfía, porque es muy extenso, pero la verdad es que siempre investigaba y hacía dos posgrados por año y otros cursos. Luego comencé el Doctorado en Economía con especialización en finanzas en la Universidad Rey Juan Carlos de España. Siempre me costó mucho porque salía mucha plata, aunque era becado”, cuenta Marcos.
NUEVO DESAFÍO
El logro más reciente de este especialista, tiene que ver con su paso por la Universidad de Harvard, idea que comenzó hace aproximadamente un año y medio. Una de las condiciones para
rendir era que tenía que tener tres posgrados realizados, por lo que decidió finalizar uno en la Universidad de Barcelona y realizar otro en la Universidad Isabel, también española.
Con cuatro especializaciones y con un inglés muy básico Marcos decidió rendir para Harvard, instancia que no aprobó, aunque luego, la misma Universidad le mandó un correo para invitarlo
a rendir de nuevo. Esta vez logrando su cometido.
Fue así que para irse necesitaba colaboración y la encontró de la mano de Patricia Bustos y Héctor del Soto del Rotary Resistencia Oeste y del Gobierno provincial, quienes se enteraron de la noticia por los medios de comunicación.
Marcos se preparó más de un año para viajar, con material que la Universidad le enviaba y estudiando inglés con su prima Magdalena Montiel. En ese ínterin, confiesa que vivió momentos complicados, ya que afrontó duras críticas de la sociedad por haber recibido la colaboración del Gobierno para viajar.
HARVARD
El camino no fue fácil, pero el mensaje de Marcos es claro: “Yo intento que los chicos estudien. Que entiendan que siempre aparece una oportunidad”, cuenta.
En el posgrado participaron 68 países, representados por ministros de Economía, académicos y otros funcionarios públicos. Entre todos ellos, Marcos era el menor. El curso duró dos semanas, donde le dictaban clases todo el día y tuvo que realizar un trabajo que luego defendió. Además tuvo que presentar una tesis que llevó realizada desde acá y rendir un examen escrito y oral.
“Al regresar cambió todo”, asegura. “Cuando me visitó el gobernador, y cuando el Rotary comenzó a divulgar que salí bien cambió la percepción de la gente. Mis alumnos estaban muy contentos, con ellos compartí la experiencia. A ellos siempre les digo que hay que arriesgarse y que emprender no es solo poner una empresa. Sino que estudiar también es emprender, porque uno se vuelve herramienta. Hoy tengo que devolverle a la provincia lo que hizo por mí. Ahora estoy pensando en rendir para Oxford, aunque sé que tengo que parar un poco para disfrutar lo que conseguí”, finaliza.